Las 5 diferencias entre los fondos indexados y los ETFs
Muchas veces usamos "ETF" y "fondo indexado" como sinónimos, pero no lo son. Aunque ambos replican índices y son de gestión pasiva, hay diferencias clave que debes conocer.
DÓNDE INVERTIR
Los fondos indexados y los ETFs se utilizan muchas veces como sinónimos. Pero, no lo son. Aunque son dos productos que tienen muchas similitudes, también presentan importantes diferencias entre sí. Por eso, espero que este post te sirva para que entiendas a la perfección en qué se parecen y en que se diferencian los fondos indexados de los ETFs.
¿En qué se parecen los fondos indexados y los ETFs?
Ambos productos tienen en común que son de gestión pasiva y que replican comportamientos de índices. Esto quiere decir que no hay un equipo de gestores o analistas detrás decidiendo en qué se invierte, simplemente replican un índice del mercado. Por ejemplo, pueden invertir en el S&P 500 comprando las 500 compañías del índice con el peso que tienen cada una de ellas en el indicador.
Dicho de otra manera, si el S&P 500 sube un 15% un año, los ETFs y los fondos indexados que repliquen de forma sintética al selectivo, deberían subir un 15%, aunque siempre habrá que restar las comisiones de mantenimiento que pueden lastrar ligeramente la rentabilidad.
Ambos productos pueden invertir en cualquier tipo de índice, ya sea de renta fija o de renta variable. Podemos encontrar tanto ETFs como fondos indexados que invierten en Europa, en Estados Unidos, en China, en la India o en cualquier otro país. De la misma manera, también existen índices sectoriales, temáticos o por valoración de compañías… el universo es amplísimo.
Además, de parecerse en la indexación, también lo hacen en los costes. Ambos productos son más baratos que los fondos de inversión tradicionales. De hecho, la comisiones de los ETFs y de los indexados suelen ir desde el 0,05% al 0,8% frente al 1,5% o 1,8% de los fondos de inversión.
Las 5 diferencias entre los fondos indexados y los ETFs
Características formales
Los fondos indexados tienen estructura de fondo de inversión tradicional. Es decir, se considera un producto de inversión colectiva, algo que hace que para comprarlos y venderlos sean menos líquidos que los ETFs. Se compran y venden como cualquier otro fondo de inversión, es decir adquisición participaciones de dicho fondo.
Por su parte, los ETFs tienen el mismo tratamiento que una acción, ya que son fondos que cotizan en la bolsa. Esto hace que para comprarlos sea más sencillo y más accesible. Aunque el contenido de ambos no cambia (puede ser que los dos repliquen el mismo índice) sí lo hace su estructura y esto es importante.
Accesibilidad
Unido a lo anterior, al tener estructuras diferentes, los fondos indexados no son tan accesibles. Para comprarlos tienes que recurrir a entidades financieras que cumplen con una regulación más específica, mientras que los ETFs están disponibles en la mayoría de los bancos y de brókeres.
Si inviertes desde MyInvestor, Revolut, Banco Santander o Renta 4, entre muchos otros, tendrás acceso tanto a unos productos como a otros. Pero, si lo haces en algunos brókeres como eToro, por ejemplo, solamente tienes acceso a ETFs.
En cuanto a las cantidades mínimas para invertir, lo cierto es que aquí hay muy pocas diferencias. Se puede invertir en fondos indexados y ETFs con muy poco dinero. Con menos de 50 euros puedes comprar cualquiera de los dos.
Variedad
La variedad también es un punto en el que ambos difieren. Los fondos indexados no tienen tanta variedad como los ETFs. No es tan común ver fondos indexados de un sector o temática en concreto, ya que suelen replicar más los índices más conocidos por todos. Por tanto, si quieres buscar un producto que invierte en una temática concreta como puede ser el agua, entonces tienes que irte a los ETFs.
Fiscalidad
Esta es una de las más grandes diferencias entre los dos. Como hemos dicho, la estructura de ambos es distintas. Los fondos indexados funcionan como un fondo tradicional y, por tanto, se les aplica la misma fiscalidad. Mientras que los ETFs funcionan como una acción.
¿Qué pasa con esto? Pues que en los fondos indexados se puede traspasar el dinero entre fondos sin que pagues impuestos. Mientras que en los ETFs siempre que lo vendas tienes que pagar impuestos.
Para que lo entiendas mejor te pongo un ejemplo. Juan compró un fondo indexado del S&P 500 hace cinco años y ahora quiere cambiar esta inversión por un fondo indexado del MSCI World. Para hacerlo, a través de su entidad, traspasa el valor liquidativo del fondo 1 al fondo 2 y no paga ningún impuesto, aunque haya generado beneficios con su inversión inicial. Juan solo pagaría en el momento en el que venda sus inversiones, mientras puede seguir moviéndolas entre fondos.
Pedro, por su parte, compró un ETF del S&P 500 hace cinco años también y ahora lo quiere cambiar por un ETF del MSCI World. Para hacerlo, Pedro tiene que vender el primer ETF y pagar impuestos sobre los beneficios generados. Con el restante, puede comprar el segundo ETF. Pedro pagará impuestos siempre que venda un ETF.
Activos invertibles
Ni los ETFs, ni los fondos pueden invertir en un único activo real como el oro o el bitcoin (en Europa). Como lo oyes, los que lo pueden hacer son los ETCs. Esto se debe a la normativa europea, y es que los ETFs y los indexados deben cumplir con las reglas UCITS, que no permite lanzar ningún de estos instrumentos con un solo componente. Ambos tienen que adaptarse a los criterios de diversificación europeos.
Así que, cuando compres un ETF del oro, por ejemplo, que sepas que no es un ETF, sino que es un ETC.